Durante la década de los 1970 se planteó la necesidad de introducir mejoras en la enseñanza musical de la Enseñanza General básica, la conocida como EGB (y que correspondía a los actuales ciclos de primaria y los primeros dos años de secundaria de la ESO).
Ese planteamiento generó un debate entre pedagogos y músicos que tuvo como conclusión la creación de un método de pedagogía musical. El encargo de idear el Plan de Estudios para mejorar la formación musical de los niños y niñas de las primeras etapas escolares, recayó sobre Dom Ireneu Segarra, músico, pedagogo y escritor catalán y reconocido, sobre todo, por haber estado al frente de la Escolanía de Monserrat durante 44 años. Sin ninguna duda, dicho bagaje musical lo capacitaba enormemente para llevar a buen término el encargo.
Sin embargo, debido a ciertas dificultades y a problemas que surgieron entre los diferentes organismos e instituciones que estaban implicadas en el ambicioso proyecto, nunca llegó a ver la luz tal y como pretendían sus creadores.
Pero el trabajo ya estaba hecho y el método acabó aplicándose en la “Escuela de Pedagogía Musical y del Método Ireneu Segarra”, fundada en aquellos años con el propósito de difundir y popularizar el método.

¿En qué consiste el Método Ireneu Segarra?
Ideado como parte de un plan de estudios general (y no sólo musical), el método de Ireneu Segarra sigue un itinerario de aprendizaje gradual que abarca desde los primeros contactos musicales del alumno, hasta conocimientos más avanzados en materias como armonía y contrapunto, con la finalidad de construir toda la base musical necesaria para emprender los estudios musicales superiores en un conservatorio.
Al estar ideado para formar parte del programa de estudios de la EGB (que contaba con 8 cursos), el método Ireneu Segarra consta de 8 etapas y amplio catálogo de material de apoyo adecuado a la evolución del alumno.



El material complementario se divide en tres partes:
- Libro del alumno: cada una de las etapas tiene su propio libro, donde se articulan los conocimientos necesarios para superar la etapa concreta y consolidar la práctica necesaria para afrontar las siguientes etapas con éxito.
- Libro del profesor: aparte de toda la temática de cada etapa, contiene pautas y herramientas diversas que ayudan a complementar toda la temática disponible y ofrece la ayuda necesaria para trabajar de manera correcta cada uno de los conceptos del método.
- Material complementario: los materiales más conocidos del método son los “carteles de aula”, donde se trabajan la cualidades del sonido, los intervalos y los ritmos (mediante pulsaciones). Además, también encontramos el pentagrama de aula y el pentagrama de mesa, o las fichas informativas de instrumentos musicales y de compositores.
Ideas fundamentales del Método Ireneu Segarra.
Existen una serie de conceptos esenciales sobre los cuales se construyó el método de pedagogía musical de Ireneu Segarra. Esos conceptos pueden ser clasificados en 6 ideas esenciales, o pilares pedagógicos.

Pilar nº 1: Ireneu Segarra plantea la idea de que los alumnos deben sentir la música con placer y experimentarla como algo intrínseco a sí mismos, alejándose de la idea de que la música es un elemento externo.
Pilar nº 2: La práctica de la música debe preceder siempre a la teoría musical. Se aplica aquí la misma dinámica que siguen los más pequeños a la hora de aprender su lengua materna, donde primero se adquiere la habilidad del habla, antes de aprender a leer o escribir. En este sentido, los niños se acercan a la música a través de elementos tales como la entonación de canciones infantiles y de pulsaciones para familiarizarse e interiorizar el sentido del ritmo.
Pilar nº 3: el primer acercamiento musical de los niños debe realizarse a través del canto. En el método de Ireneu Segarra se tiene muy en cuenta el hecho de que cantar forma parte de las expresiones espontáneas de los niños, de modo que el primer contacto con la música se realiza de un modo totalmente natural, ayudándoles a entender que se trata de un elemento intrínseco a ellos.
Pilar nº 4: debe procurarse una adecuada adquisición de la “audición interior”. Se encauza la enseñanza hacia el hábito de representar los sonidos mentalmente, de “pensarlos”. Todo ello favorece enormemente el oído interno, que será de gran ayuda en etapas más avanzadas de su formación musical.
Pilar nº 5: Se fomentan las relaciones sonoras como un todo, sin separar ritmos y melodías, con el fin de entender la música como un concepto general formado de varias partes que, aunque divisibles, necesitan integrarse en un único contexto musical.
Pilar nº 6: se fomenta la improvisación y la composición, para favorecer las capacidades expresivas y artísticas de los alumnos. En este sentido, y aunque se establezcan algunos límites razonables, no debe coartarse en ningún momento la libertad imaginativa del alumno y ha de propiciarse un clima de total confianza, para no generar miedos y vergüenzas que acabarían siendo contraproducentes para su futura formación musical e, incluso, para su desarrollois personal.
Procedimientos pedagógicos del Método Ireneu Segarra.

- Ritmo, entonación y lectura musical se estudian por separado, pero sin descontextualizarlos del concepto musical. De este modo, se evitan estancamientos cuando alguno de estos tres elementos no se asimila de manera adecuada y hay que reincidir en él para superarlo. El ritmo se estudia mediante gestos físicos, la entonación a través de canciones populares (familiares al alumno) y la lectura mediante el canto de intervalos.
- Estudio de la pentatonía (escala de 5 notas) para familiarizarse con los principales intervalos. En este sentido, las canciones infantiles, generalmente ricas en elementos pentatónicos, son uno de los recursos más utilizados en la iniciación musical.
- Alternancia entre el solfeo convencional y el solfeo relativo o “solmización” (proceso mediante el cual se nombra a la nota tónica como DO, y las siguientes notas como RE,MI, etc, aunque la nota real que represente ese DO no sea exactamente esa nota). La solmización favorece el estudio de intervalos por los sonidos de las notas, en lugar de por su nombre.
- Práctica de la polirritmia, para mejorar la coordinación motora y el ritmo interior. Los elementos polirrítmicos son introducidos dentro de un proceso gradual y planificado, teniendo en cuenta en todo momento la evolución del alumno.
- Práctica del dictado musical como elemento esencial para desarrollar la memorización rítmica y melódica. Todo ello favorece tanto el canto interior, como la memoria musical y la proyección mental de los sonidos.
Beneficios del método.
El objetivo principal del método pedagógico de Ireneu Segarra es la creación de una base de conocimientos musicales que permita al alumno afrontar con éxito los estudios profesionales en un conservatorio.
La utilización de cantos populares y canciones infantiles a lo largo de todas las etapas de estudio (adecuándolas al nivel del alumno, con el fin de favorecer una adecuada progresividad en el aprendizaje) favorecen el acercamiento natural de los niños al mundo la música, ya que interpretan el hecho de cantar canciones como algo propio y conocido y, de este modo, entienden la música como un elemento inherente a su propio ser, en lugar de verla como algo ajeno a ellos.
Además, el canto constituye una de las piezas más importantes a la hora de desarrollar el oído musical o la capacidad rítmica.
Al utilizar pulsaciones y expresiones físicas para trabajar los ritmos y los elementos polirrítmicos, se favorece el desarrollo motriz del alumno, preparándolo para el futuro estudio de un instrumento musical.
El desarrollo del oído interior desde las etapas más tempranas del aprendizaje desarrolla enormemente la capacidad sensorial de los niños y ayuda a interiorizar una enorme gama de elementos musicales distintos, favoreciendo con ello el aprendizaje posterior durante su formación musical en niveles superiores.

¿Cómo formarme en el método?
La escuela de Pedagogía Musical ofrecía 3 cursos diferenciados destinados a profesores de educación primaria o EGB, escuelas de música y conservatorios.
Para acceder a los cursos destinados a profesores de educación infantil se exigían requisitos de conocimiento en lenguaje musical (no era necesario tener conocimientos avanzados) y se impartía el curso durante un año académico o durante dos veranos consecutivos.
Los profesores de educación primaria que quisieran recibir las clases de los cursos destinados a su nivel de formación debían cursar los estudios durante dos años lectivos o dividir el mismo en 3 cursos durante los meses de verano. Los requisitos de acceso a estos cursos incluían estar en posesión del Grado Elemental de Música y tener conocimientos de armonía y piano.
Los cursos destinados a escuelas de música y conservatorios tenían una duración de 2-3 años escolares y se exigía la posesión de un Grado Profesional para poder acceder a ellos.
En cada uno de los cursos se trabajaban diferentes especialidades, entre las cuales las más destacadas incluían: canto, ritmo, entoncación, educación del oído interior, lectura musical, danza, improvisación, armonía o composición. En los niveles más elevados se incluía canto coral y canto gregoriano.
Actualmente, estos cursos se imparten en todo el territorio nacional y ya no forman parte exclusiva de la Escuela de Pedagogía Musical de Terrassa. Las escuelas de música que imparten sus clases bajo los principios del Método de Ireneu Segarra se han extendido y pueden encontrarse en gran parte de la ciudades españolas.
Desde la página web de Publicaciones de la Abadía de Montserrat (http://www.pamsa.cat) podemos acceder a todo el material incluído en el Método, tanto en lo que se refiere a las guías docentes, como a los libros de los alumnos en todos sus niveles, así como diverso material complementario adecuado a los principios del Método de Enseñanza Ireneu Segarra.